Artículo original
Arch Argent Pediatr 2018;116(2):e196-e203 / e196
Sedación y analgesia en pacientes con asistencia
ventilatoria mecánica en unidades de cuidados
intensivos pediátricos de Argentina
Sedation and analgesia in patients on mechanical ventilation
in pediatric intensive care units in Argentina
Dr. Pedro Taffarela,b, Dr. German Bonettoc, Dr. Facundo Jorro Baróna y
Dra. Claudia Meregallia
a. Servicio de Terapia
Intensiva del Hospital
General de Niños Dr.
Pedro de Elizalde
(HGNPE), Ciudad
Autónoma de Buenos
Aires, Argentina.
b. Servicio de Terapia
Intensiva del
Sanatorio Sagrado
Corazón, Ciudad
Autónoma de Buenos
Aires, Argentina.
c. Servicio de Terapia
Intensiva del
Sanatorio Allende,
Córdoba, Provincia de
Córdoba, Argentina.
Correspondencia:
Dr. Pedro Taffarel:
pedrotaffarel@hotmail.
com
Financiamiento:
Ninguno.
Conflicto de intereses:
Ninguno que declarar.
Recibido: 22-5-2017
Aceptado: 6-9-2017
RESUMEN
Introducción. Los niños en unidades de
cuidados intensivos pediátricos (UCIP) están
expuestos a padecer dolor, estrés y ansiedad
debido a su enfermedad, el tratamiento o el
ambiente. La adecuada sedación y analgesia son
fundamentales para su cuidado, especialmente,
en aquellos que requieren asistencia ventilatoria
mecánica (AVM).
Objetivo. Determinar la práctica habitual en
la sedación y analgesia de los pacientes que
requieren ARM en UCIP de Argentina.
Material y métodos. Estudio descriptivo,
transversal, multicéntrico, realizado a través
de encuestas enviadas por correo electrónico.
Resultados. Se encuestaron y respondieron
45 UCIP. El 18% (N= 8) utiliza un protocolo de
sedoanalgesia de seguimiento estricto, mientras
que el 58% (N= 26) siguen un protocolo “tácito”
producto de la automatización en la práctica.
Las drogas más utilizadas son el midazolam
para sedación y fentanilo para analgesia. El 31%
(N= 14) de las UCIP monitorizan la sedación con
escalas de evaluación (Ramsay modificada y/o
Comfort). El 4% (N= 2) realizan la interrupción
diaria de la sedación en forma programada. En
pacientes de difícil sedación, la dexmedetomidina
es la droga más utilizada como coadyuvante. El
73% (N= 33) de las unidades utilizan bloqueantes
neuromusculares ante indicaciones precisas,
y un monitoreo clínico. El 20% (N= 9) de las
UCIP tienen un protocolo de destete para la
sedoanalgesia, la morfina y lorazepam son las
drogas más frecuentemente utilizadas.
Conclusión. Existe un bajo porcentaje de
protocolización en la práctica habitual del manejo
de la sedoanalgesia en pacientes con AVM en las
UCIP encuestadas.
Palabras clave: sedación, analgesia, ventilación
mecánica.
http://dx.doi.org/10.5546/aap.2018.e196
Texto completo en inglés:
http://dx.doi.org/10.5546/aap.2018.eng.e196
Cómo citar: Taffarel P, Bonetto G, Jorro Barón F,
et al. Sedación y analgesia en pacientes con asistencia
ventilatoria mecánica en unidades de cuidados
intensivos pediátricos de Argentina. Arch Argent
Pediatr 2018;116(2):e196-e203.
INTRODUCCIÓN
Los pacientes internados en
unidades de cuidados intensivos
pediátricos (UCIP) están expuestos
a padecer dolor, estrés y ansiedad
como consecuencia de su enfermedad,
del tratamiento o del ambiente. La
adecuada sedación y la analgesia
son componentes fundamentales
en su cuidado, especialmente, en
aquellos pacientes que requieren
asistencia ventilatoria mecánica
(AVM), en los cuales el objetivo de
la sedación es reducir el dolor, la
ansiedad y la agitación, lo que permite
la inducción de amnesia, la adaptación
al ventilador y evitar eventos adversos
que atenten contra la seguridad del
paciente.1
La sedoanalgesia ideal es aquella
que permite que el paciente esté
tranquilo, sensible a estímulos y
adaptado al ventilador, y se asocia
a una disminución de los días de
AVM y de internación;2 sin embargo,
este objetivo es difícil de lograr en
pediatría. Las guías elaboradas por
consenso de expertos recomiendan
la utilización de protocolos y su
monitoreo para optimizar el control de
la sedoanalgesia.1,3-5 El objetivo de este
trabajo es reportar la práctica habitual
en el manejo de la sedación y analgesia
de los pacientes que requieren AVM
en las UCIP de Argentina.
OBJETIVO
Determinar la práctica habitual en
el manejo de la sedación y analgesia
de los pacientes que requieren AVM
en UCIP de Argentina.
Sedación y analgesia en pacientes con asistencia ventilatoria mecánica en unidades de cuidados intensivos pediátricos de Argentina / e197
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño del estudio
Estudio descriptivo, transversal, multicéntrico.
Metodología
El estudio fue realizado a través de encuestas
con muestreo por conveniencia, enviadas por
correo electrónico a distintas UCIP de Argentina,
pertenecientes al ámbito público, privado y
de asistencia social. Se realizó un cuestionario
de 10 preguntas, cada una con subítems
y de respuesta de múltiple opción (Anexo).
Este fue enviado vía correo electrónico a un
referente (jefe de unidad, médico de planta o
coordinador médico) de las distintas UCIP
invitadas a colaborar durante marzo de 2017. En
el mes siguiente, se recolectaron y analizaron las
encuestas remitidas.
La frecuencia de uso de una determinada
droga se clasificó en ocasional, frecuente o
siempre si fue utilizada en < del 50%, entre el
50% y el 80% o en más del 80% de los pacientes,
respectivamente.
Análisis estadístico
Los datos fueron representados como mediana
y su respectivo intervalo intercuartilo o como
porcentaje; fueron analizados con el programa
STATA 13 (StataCorp, LT).
RESULTADOS
Se encuestaron y respondieron 45 UCIP, de
43 instituciones de salud distribuidas en distintas
áreas geográficas de Argentina (véase la Tabla 1).
El 49% (21/43) de las instituciones forman parte
del sistema público de salud y el 33% de las
UCIP (15/45) pertenecen a centros pediátricos o
materno-infantiles. Cinco UCIP son específicas:
3 de recuperación cardiovascular, 1 de pacientes
quemados y 1 de pacientes inmunosuprimidos;
las restantes 40 son polivalentes y, en 14 de ellas,
realizan recuperación cardiovascular. La mediana
de camas de las UCIP es de 8 (6-12).
El 18% (N= 8) de las UCIP utilizan un
protocolo de sedoanalgesia de seguimiento
estricto; el 58% (N= 26) se guían por un protocolo
“tácito”, consecuencia de la automatización en el
manejo de la sedoanalgesia de pacientes con AVM
adquirida por los miembros de la UCIP; y el 24%
(N= 11) no utiliza un protocolo y cada miembro
del equipo tratante realiza su propio manejo de
la sedoanalgesia.
El 98% (N= 44) de las UCIP comienzan con
sedación y analgesia endovenosa continua; solo
una unidad comienza con sedación intermitente
y analgesia continua. El midazolam y la ketamina
se utilizan en el 100% de las UCIP, y el primero
es utilizado más frecuentemente. El propofol es
usado en el 29% de las UCIP consultadas, aunque
en forma infrecuente, y alrededor del 20% de las
UCIP utiliza tiopental. Dentro de los fármacos
analgésicos opioides, el fentanilo y la morfina se
utilizan en el 100% de las UCIP, y el primero es
utilizado más frecuentemente. De los analgésicos
no opioides, el ibuprofeno es el más utilizado, por
lo general, en forma ocasional o frecuente (véase
la Tabla 2).
Para observar el nivel de sedación, el 31%
(N= 14) de las UCIP utilizan alguna escala
de evaluación: Ramsay modificada y/o la de
Comfort; 1 unidad, el índice biespectral (BIS) y el
69% (N= 31), la evaluación clínica del enfermero
y/o médico sobre la base de la evaluación de
parámetros fisiológicos, movimientos y bienestar
del paciente.
La interrupción diaria de la sedación (IDS) es
una estrategia que solo 2 unidades contemplan en
forma programada.
En pacientes con sedación dificultosa,
las UCIP utilizan distintos fármacos como
coadyuvantes. Con mayor frecuencia de uso,
la dexmedetomidina, el hidrato de cloral y
la clonidina, y, con baja frecuencia de uso, el
propofol y el fenobarbital (véase la Tabla 3).
El 73% (N= 33) de las unidades utilizan
bloqueantes neuromusculares (BNM)
ante indicaciones precisas (traumatismo
craneoencefálico grave, altos parámetros de
AVM, disminución del gasto metabólico) y el
Tabla 1. Distribución geográfica de las distintas unidades
de cuidados intensivos pediátricos relevadas
Localidad
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Córdoba
Provincia de Bs. As., conurbano bonaerense
Provincia de Bs. As., interior
Tucumán
Chaco
Mendoza
Salta
Misiones
San Luis
San Juan
Bs. As.: Buenos Aires.
Cantidad de
instituciones
15
9
9
2
2
1
1
1
1
1
1
e198 / Arch Argent Pediatr 2018;116(2):e196-e203 / Artículo original
27% (N= 12) restante los utiliza en forma rutinaria
desde el inicio de la AVM hasta plantearse el
destete de esta. El monitoreo del nivel de bloqueo
neuromuscular y su consecuente administración
se realiza por la evaluación clínica a cargo del
enfermero y/o médico según el movimiento y
bienestar del paciente.
El 20% (N= 9) de las UCIP cuentan con un
protocolo de destete para la sedoanalgesia y,
en el 80% (N= 36), el destete es adaptado a cada
paciente; la morfina y el lorazepam son las drogas
más frecuentemente utilizadas (véase la Figura 1).
DISCUSIÓN
La utilización de protocolos de sedoanalgesia
se asocia a buenos resultados en pacientes adultos
críticamente enfermos. Esta asociación no fue
evidenciada en pediatría. Un estudio que compara
protocolo de sedación (17 UCIP, n= 1225) con el
manejo habitual (14 UCIP, n= 1224), en pacientes
pediátricos con insuficiencia respiratoria con
AVM, no reportó diferencias en los días de AVM,
6,5 días (IQ: 4,1-11,2) en el grupo protocolizado
y 6,5 días (IQ: 3,7-12,1) en el grupo control
(p= 0,61), ni en la aparición de eventos adversos
relacionados con la sedación.8
Las drogas más utilizadas son el midazolam
para sedación y el fentanilo para analgesia, y su
combinación es la asociación más frecuente en
las UCIP argentinas. Estos datos coinciden con lo
reportado por la literatura.7-9
Tradicionalmente, la utilización del propofol
para el mantenimiento de la sedación de forma
prolongada en niños críticamente enfermos ha
Tabla 2. Frecuencia de uso de los distintos fármacos sedantes y analgésicos en las unidades de cuidados intensivos
pediátricos
Fármaco
Nº de UCIP
Ocasional
Frecuente
Siempre
que lo usan (%) (< 50% de ptes.) (> 50-80% de ptes.) (> 80% de ptes.)
Anestésicos
Tiopental
Etomidato
Propofol
Ketamina
8 (18%)
0 (0%)
13 (29%)
45 (100%)
8 (100%)
13 (100%)
20 (44%)
21 (47%)
4 (9%)
Ansiolíticoshipnóticos
Diazepam
Midazolam
Clorpromazina/
levomepromazina
Hidrato de cloral
15 (33%)
45 (100%)
13 (87%)
-
2 (13%)
9 (20%)
36 (80%)
37 (82%)
40 (89%)
28 (76%)
20 (50%)
9 (24%)
15 (38%)
5 (12%)
No
opioides
Ácido acetilsalicílico
Ibuprofeno
Paracetamol
3 (7%)
41 (91%)
34 (75%)
3 (100%)
16 (39%)
19 (56%)
21 (51%)
12 (35%)
4 (10%)
3 (9%)
Opioides
Morfina
Fentanilo
Remifentanilo
Meperidina
Codeína
45 (100%)
45 (100%)
13 (29%)
5 (11%)
9 (20%)
2 (4%)
13 (100%)
5 (100%)
9 (100%)
35 (80%)
11 (24%)
-
8 (16%)
34 (76%)
-
Sedantes
Analgésicos
No: número; UCIP: Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos; ptes.: pacientes.
Tabla 3. Frecuencia de uso de los distintos fármacos sedantes coadyuvantes frente a la sedación dificultosa
Droga
Nº de UCIP que la usan (%)
Clonidina
Dexmedetomidina
Propofol
Ketamina
Clorpromazina/
levomepromazina
Hidrato de cloral
Fenobarbital
Tiopental
Ocasional (< 50% de ptes.)
Frecuente (50-80% de ptes.) Siempre (> 80% de ptes.)
36 (80%)
37 (82%)
7 (16%)
39 (87%)
15 (42%)
3 (8%)
7 (100%)
19 (49%)
11 (30%)
17 (46%)
18 (46%)
10 (28%)
17 (46%)
2-5%
36 (80%)
37 (82%)
9 (20%)
2 (4,5%)
23 (64%)
12 (32%)
9 (100%)
2 (100%)
10 (28%)
15 (41%)
-
3 (8%)
10 (27%)
-
Nº: número; UCIP: Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos; ptes.: pacientes.
Sedación y analgesia en pacientes con asistencia ventilatoria mecánica en unidades de cuidados intensivos pediátricos de Argentina / e199
sido desaconsejada y carece de licencia debido
al riesgo de aparición del síndrome de infusión
del propofol (SIP), caracterizado por acidosis
metabólica, disfunción cardíaca y, al menos,
uno de los siguientes signos: rabdomiólisis,
hipertrigliceridemia y falla renal.10,11 Hasta el año
2008, han sido descritos 33 casos reportados en
pediatría,12 con una sobrevida del 36%. El 29%
de las UCIP de nuestro estudio utilizan propofol,
en forma ocasional. Este dato coincide con el
uso cada vez más frecuente y seguro reportado
en la literatura.11,13 En una encuesta realizada en
Alemania,14 el 79% de las unidades encuestadas
(145 de 184) lo utilizaban, y las principales
indicaciones eran sedación dificultosa (44%),
ventilación posoperatoria (43%) y extubación
dificultosa (30%); reportaron 7 casos de SIP.
La IDS ha demostrado disminuir los días
de AVM y estancia hospitalaria en la población
adulta.15 En el presente trabajo, solo el 4% de las
unidades utilizaban esta estrategia. En 3 trabajos
realizados en pacientes pediátricos, se observaron
resultados contradictorios. Mientras Gupta et al.
y Verlaat et al., en estudios de centro único, con
102 y 30 pacientes, respectivamente, reportaron
menos días de AVM y estancia hospitalaria para
el grupo de IDS, el estudio de Vet et al., realizado
en 3 unidades, con 129 pacientes, no evidenció
diferencias en días libres de AVM ni estancia
hospitalaria en grupos de sedación protocolizada
(SP) y el grupo de SP más IDS. Se reportó mayor
mortalidad para el grupo de SP + IDS (6/66) que
para el grupo de SP (0/63) (p= 0,03).16-18
La sedación ideal es aquella que permite que
el paciente esté tranquilo, sensible a los estímulos
y cómodo con la AVM, y está asociada a una
Figura 1. Frecuencia de uso en las unidades de cuidados
intensivos pediátricos de los distintos fármacos en relación
con la retirada de la sedoanalgesia a fin de evitar el
síndrome de abstinencia
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Clonidina
Dexmedet.
Morfina
Metadona Clor/Levomep Lorazepam
Fármacos para destete de sedoanalgesia
Dexmedet.: dexmedetomidina; Clor.: clorpromazina;
levomep.: levomepromazina.
disminución de los días de AVM y de estancia
en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), sin
aumento de extubaciones no planeadas.2 Para
lograr este objetivo, es primordial observar el
nivel de sedación. La frecuencia de uso de escalas
de sedación es baja en pediatría. Kudchadkar19
reportó que el 42% de los pacientes pediátricos
eran evaluados por escalas y Mencía, 9 el 45%;
la escala de Ramsay fue la más utilizada, que
documentó el uso del BIS en el 50% de las UCIP.
En relación con la sedación dificultosa, en
el presente trabajo, la dexmedetomidina fue
el coadyuvante más frecuentemente utilizado.
Grant20 evaluó la utilización de dexmedetomidina
para pacientes con AVM por insuficiencia
respiratoria; el 49% de los pacientes de 31 UCIP
recibió la droga. Los pacientes fueron clasificados
en tres grupos según si la dexmedetomidina
fue utilizada como sedante primario (n= 138;
11%), sedante secundario (n= 280; 23%) o
preextubación (n= 178; 15%). Concluyeron que
el uso de la dexmedetomidina como sedante
primario en pacientes con menor puntaje de
gravedad (< Pediatric Risk of Mortality III) lograba
adecuados niveles de sedación en forma rápida.
La dexmedetomidina como agente secundario no
pareció añadir beneficios. Mientras, en el grupo
preextubación, la dexmedetomidina favoreció el
destete de la AVM y disminuyó los días.
También se estudió el rol de la
dexmedetomidina como agente coadyuvante en
pacientes que requerían sedoanalgesia prolongada.
Whalen21 describió retrospectivamente el impacto
de su uso sobre la dosis requerida de opioides y
benzodiacepinas, en una cohorte de 98 pacientes
(neonatos y pediátricos) críticamente enfermos,
y concluyó que no hubo disminución en las
dosis de opioides y benzodiacepinas. En otro
estudio, Tobias et al.,22 compararon 3 grupos de
10 pacientes pediátricos con AVM, dos grupos
sedados con dexmedetomidina en diferentes
dosis (0,25 y 0,5 mcg/kg/h) y el último grupo
con midazolam (0,1 mg/kg/h); todos recibieron
analgesia con morfina intermitente. La sedación
evaluada por Ramsay y BIS fue equivalente en
los 3 grupos, y se observó una reducción en los
requerimientos de morfina para el grupo de
0,5 mcg/k/h de dexmedetomidina versus el
grupo de midazolam.
Existe poca evidencia para sustentar el uso
de hidrato de cloral en pacientes pediátricos
críticos. Parkinson et al., en un ensayo controlado
con 44 pacientes, evaluaron la efectividad de
la sedación comparando hidrato de cloral y
e200 / Arch Argent Pediatr 2018;116(2):e196-e203 / Artículo original
prometazina versus midazolam en infusión
continua, que le otorgó mejores resultados al
primer grupo.23 También hay poca evidencia en
la literatura para el uso de levomepromazina ante
la sedación dificultosa; solo reportes de casos.24
En relación con el uso de BNM, ninguna UCIP
observó la real necesidad de su requerimiento.
El método más utilizado para evaluar la
profundidad del bloqueo neuromuscular es la
estimulación de un nervio periférico mediante el
tren de cuatro, pero, a diferencia de las unidades
de adultos,25 su empleo está muy poco extendido
en las UCIP.
Cuando se planteó el destete de la AVM, solo
el 20% (N= 9) de las UCIP encuestadas utilizaron
un protocolo de destete de sedoanalgesia que
fuera respetado fielmente. El síndrome de
abstinencia (SA) tuvo una prevalencia del 34-70%
en pacientes con sedoanalgesia.26 Se asoció a un
aumento de la morbilidad, duración de la estancia
hospitalaria y alteraciones psicológicas. El uso de
metadona y/o dexmedetomidina para facilitar el
destete de opioides en infusión continua ocupó
un lugar preponderante en nuestro trabajo. Un
reciente metaanálisis que incluyó 12 estudios y
459 pacientes pediátricos concluyó que no había
pruebas suficientes para recomendar ninguna
estrategia de destete con metadona o recomendar
metadona sobre otros fármacos.27 Oschman et al.,
analizaron 4 publicaciones con limitado diseño y
un total de 20 pacientes pediátricos, y le otorgaron
a la dexmedetomidina un potencial beneficio en
evitar y/o tratar el SA.28
El presente estudio refleja el uso de
sedantes y analgésicos en algunas UCIP de la
República Argentina. Tiene como limitaciones la
característica del autorreporte de las encuestas,
el muestreo por conveniencia y la toma de
una sola encuesta por UCIP. Sin embargo, el
100% de las personas a las que se les envió la
encuesta contestaron y completaron el 100% de
las preguntas. La importancia del presente trabajo
es que nos permite conocer el estado del uso de
sedantes y analgésicos en el país, y compararlo
con el reporte bibliográfico, con el fin de realizar
un diagnóstico a partir del cual mejorar nuestras
prácticas terapéuticas.
midazolam para sedación y el fentanilo para
analgesia, y su combinación fue la asociación
más frecuente, lo que coincidió con lo reportado
por la literatura. La dexmedetomidina ocupó un
lugar preponderante como coadyuvante frente
a la sedación dificultosa y en la supresión de
narcóticos y benzodiacepinas. n
Agradecimientos
A los jefes, coordinadores y ayudantes de las
unidades de cuidados intensivos pediátricos y sus
instituciones que colaboraron con sus respuestas
en esta encuesta.
REFERENCIAS
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CONCLUSIÓN
En Argentina, existe un bajo porcentaje (18%)
de protocolización en la práctica habitual del
manejo de sedoanalgesia en pacientes con AVM,
así como cierto grado de heterogeneidad en
su uso. Las drogas más utilizadas fueron el
14.
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Dervan L, Yaghmai B, Watson RS, et al. The use of
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patients. Am J Health Syst Pharm 2011;68(13):1233-8.
e202 / Arch Argent Pediatr 2018;116(2):e196-e203 / Artículo original
ANEXO
Encuesta sobre sedación y analgesia en pacientes con asistencia respiratoria mecánica
en Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos de Argentina
Nombre del encuestado:
Institución:
Tipo de UTIP: - Polivalente:
- Específica:
Número de camas:
1.
2.
3.
4.
Tipo:
Respecto a la existencia de un PROTOCOLO de sedoanalgesia en su institución, Ud. considera lo siguiente:
a) Sí, existe un protocolo escrito y es reproducido fielmente.
b) No existe un protocolo escrito, pero la automatización en el manejo de la sedoanalgesia de pacientes con asistencia
respiratoria mecánica (ARM) adquirida por los miembros de la UCIP converge en un “protocolo tácito”.
c) No existe protocolo y cada miembro tratante realiza su propio manejo de sedoanalgesia.
Al iniciar sedoanalgesia en un paciente que es conectado a ARM, ¿cuál es la combinación y formas de administración más
frecuentes en su institución?
a) Sedación y analgesia continua.
b) Sedación y analgesia intermitente.
c) Sedación continua y analgesia intermitente.
d) Analgesia continua y sedación intermitente.
¿Cuál es la sedoanalgesia continua más frecuentemente utilizada en su institución?
a) Fentanilo y midazolam.
b) Morfina y midazolam.
c) Dexmedetomidina.
d) Otras (aclare).
¿Cuál es la frecuencia de uso de los siguientes fármacos sedantes y analgésicos en su institución? (Marque con x).
Fármacos
Anestésicos
Sedantes
Ansiolíticoshipnóticos
No opioides
Analgésicos
Opioides
Nunca
(0% de ptes.)
Ocasional
(< 50% de ptes.)
Frecuente
(50-80% de ptes.)
Siempre
(> 80% de ptes.)
Tiopental
Etomidato
Propofol
Ketamina
Diazepam
Midazolam
Clorpromazina/
levomepromazina
Hidrato de cloral
Ácido acetilsalicílico
Ibuprofeno
Paracetamol
Morfina
Fentanilo
Remifentanilo
Meperidina
Codeína
5.
En relación con el monitoreo de la sedoanalgesia, en su institución, se utiliza lo siguiente:
a) Escala de evaluación (Ramsay modificada y/o la de COMFORT).
b) Índice biespectral (BIS).
c) Ambos métodos mencionados en los ítems anteriores.
d) Evaluación de parámetros fisiológicos, movimientos y bienestar del paciente, evaluados por enfermería y/o intensivista
sin respetar una escala determinada.
6.
En relación con la interrupción diaria de la sedación, en su institución, Ud. considera lo siguiente:
a) Se realiza en forma rutinaria y protocolizada.
b) Se realiza en forma esporádica y no protocolizada.
c) No se realiza.
Sedación y analgesia en pacientes con asistencia ventilatoria mecánica en unidades de cuidados intensivos pediátricos de Argentina / e203
7. Frente a un paciente con refractariedad a la sedación con opioides y benzodiacepinas, ¿cuáles coadyuvantes utiliza su
institución? (Marque con una x).
Drogas
Nunca
(0% De Ptes.)
Ocasional
(< 50% De Ptes.)
Frecuente
(50-80% De Ptes.)
Siempre
(> 80% De Ptes.)
Clonidina
Dexmedetomidina
Propofol
Ketamina
Clorpromazina
/Levomepromazina
Hidrato De Cloral
Fenobarbital
Tiopental
8.
En relación con el uso de bloqueantes neuromusculares:
a) Su uso es rutinario desde el inicio de la ARM hasta plantearse el destete de ella.
b) Su uso está supeditado a patologías específicas (traumatismo craneoencefálico grave, altos parámetros de ARM, etc.).
9.
En relación con la monitorización del uso de bloqueantes neuromusculares:
a) Su administración está monitorizada y supeditada por enfermería/intensivista según los movimientos del paciente y su
bienestar.
b) Su administración está monitorizada y supeditada según la evaluación de la respuesta cualitativa o cuantitativa en el
grupo muscular a la estimulación de un nervio periférico.
10. En relación con el destete de sedoanalgesia, en su institución:
a) Existe un protocolo escrito de seguimiento estricto.
b) No existe y se adapta a cada paciente.
En relación con el destete de sedoanalgesia: ¿cuáles son los fármacos más utilizados para evitar el síndrome de abstinencia?
(Marque con una x).
Metadona
Morfina
Clorpromazina y/o levomepromazina
Diazepam
Clonidina
Dexmedetomidina
Lorazepam
Otros: